Es tu silencio el que grita
y me toca,
La ausencia se hace pesada, como roca
Y solo me agita,
moviendo los labios de mi boca...
Se hace nostalgia dramática
tener tu boca en lejanía.
Y el recuerdo vive en su vigilia
con el sueño despierto, que se intensifica.
Es el silencio de tu boca,
ese sonido cruel que no quiero escuchar.
Es tu ausencia que me hace quemar,
la lejanía que me toca.
Y mis labios queriéndote besar.
El tiempo ya no parece amigo
¡Es tu boca la que no tiene olvido!
Pero el silencio parece ser el testigo
de esa voz de ausencia que no tiene sonido.
SOL.
Marisol Pérez.
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