Cuando la lluvia empapa la soledad,
es el alma que recoge cada gota de su tristeza.
Y es la pluma del silencio en ecos de eternidad,
que no tiene fin...Sintiendo la mudez de mi naturaleza.
Un pedazo mío,suelta el sigilo bajo la lluvia,
sin cautela empieza un diluvio de pena.
Se abraza el alma con cada gota mía,
...Aquel paragua tratando de calmar la honda y pena ajena.
Todo se ahonda dentro de mi...
El viento parece cansado y se inclina
para besar el rostro con su halo lamí,
la tarde se hace noche, y la soledad ya parece espina.
Se va esfumando la alegría de su mirada
aquella vista se refleja en cada gota del suelo
es la soledad cristalina que caen a su alma enlutada
tan ensombrecida y nubladas...Como gotas caídas del cielo.
SOL.
Marisol Pérez.
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