Si tengo que expresar lo que siento
es tu cuerpo, mi frenético motivo.
No tenerlo...moriría de arrepentimientoy sería un pesar, para mi cuerpo vivo.
La locura de tenerte, no puede ser pecado
de ser así...Vivo como el hambriento.
Bajo el fantasma desnudo del hombre amado
con el calor y la sed del sediento.
Con este mal, he vivido permanente
noche tras noche...Como lanza metida.
La locura crece, entre ceja y frente
ya no hay manera, ya se hace extrovertida.
Como el trago del tiempo vivido
la copa de locura se vierte.
¡Vamos a pecar querido...!
Hasta que nos llame la muerte.
Si no es pecado lo que siento
pues, he ganado la partida.
Ya puedo morir, llevando el aliento
que fuiste la mejor locura de mi vida.
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