Una vez más dejas abierta tus rendijas
donde la tenue brisa penetra en tu bodegón(la vida)
Y en la infinidad de tantas cosas fijas
entre colores y colores brilla un corazón.
Se embellece tu figura, tatuada en mis ojos
claramente hay un mundo de sensibilidad.
Pensamientos,ilusiones como pequeños hinojos
pinceladas de frutas(cariños) aromatizadas de amabilidad.
Las perennes huellas como flores silvestres(sueños)
entre cascadas de uvas(los años)y esencias de manzanas.
Y en el reposo de una mesa, la apacible taza blanca de té
con los bellos nimbos de luz asomándose en su ventana.
El cocuyo peregrino constante en la morada
remojando sus pinceles en cromáticas centellas.
Con la fresca tarde de naranjos y granadas(el ocaso)
pintaré tu bodegón, con la luz de amor más bella.
SOL.
30/aBRIL/2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario