Se anida en el alma
¡Un dulce recuerdo!
Y el correr de una lágrima
De tu sonrisa guardo.
Te fuiste un día
quedando triste la mañana
sin sol, ni nubes….No hubo caricias
Aquella terrible campana,
ya tu pecho no latía.
Adiós Javier, alma pura
¡Muchacho sabanero!
contigo el resplandor de los luceros…
Cruzaran toda la llanura
en un cabalgar llanero.
SOL.
25/06/2008.
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