Bella como la luna
radiante como el sol
Una flor como ninguna,
igual al oro,en su alma de crisol.
Oh mi Dios te pido
que cuides de su alma tan bella.
La tristeza cruza el despido
de sus caminos y ardua huella.
Que pena sufre la mañana
y en cada rostro, lágrimas y clamores.
Era la primavera humana,
¡La niña hermosa de bellos primores!
.
Se cruzó un destino como vuelo fatal
dormida se quedo, con tantos anhelos
y los nudos del llanto como rocío floral
azahares y rosas perfuman ahora el cielo.
Adiós...Adriana querida,
llevaré siempre tu sonrisa como flor.
Que triste, pero así es la vida...
Oh mi Dios...¡Que gran dolor!
SOL.
Marisol Pérez.
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