Le duele el sol su mañana
y cuando no hay nada
Ni el arder de su poesía
Se escabulle el día,
entre brisa lejana.
Se pierden los colores
es como un amanecer sin alba
la poesía perdida sin luces
La musa desbocada, como la malva
dócil .Ahondada en sus rincones.
Dando vuelta, en su rincón
retornando en cada alero del día
¡En cada cornisa de ilusión!
Perfumando su aire de ausencia,
buscando de nuevo la poesía.
Cada cita se hace dueña
de los regueros de sus versos
la lluvia se empeña
de llenar los arroyos .
Sin negar su regreso.
Y escribo, buscando la pasión
con el nácar de lo puro.
Su fragua a iluminar
La espera, sin apuro,
en su desvelado corazón.
SOL.
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