...Se mojaron las hojas del recuerdo
empapando cada espacio ausente,
y el agua recorre el ocaso presente.
Cuando menos acuerdo...
La tarde en su silencio quedo
como la lluvia en mis hojas silente.
Se mudó la sonrisa a un lago de invierno
colgando cada anhelo en ramas umbrosas
y las tristeza gris lluviosas,
empapó de nuevo los recuerdos tiernos...
Leí los ojos de la tarde brumosa,
queriendo terminar con el vacío eterno.
Las nubes también derraman sus lágrimas.
Con el silencio de las quimeras rotas que oprime...
Y cada lluvia del alma arrima,
un invierno inmenso...¿ Cual te tanta gime?
...Es la hoja llorosa que comprime...
El recuerdo callado de tristes rimas.
SOL.
Marisol Pérez
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