Hoy las cosas andan como locas
no crecen los lirios del jardín...
Siento un amargo llanto en mi boca
parece que el silencio goza en su festín.
Y se hace masa la amargura
pesada la doliente complicidad
ardorosa está la calle,viviendo su tortura,
con esa fiebre quemando la temeridad.
La improvisación castiga al débil
y haciendo prófugo al fuerte.
La tiranía cruel,tan violento y febril
Se llena de hollín la mala suerte...
Todo se ve, tan oscuro
y el silencio tan apartado y desconocido
Aquí ya nada se hace seguro,
La complicidad con afanes desmedido.
Que nos toca...Cuando el silencio es humano
y no tiene oído...
Y la complicidad es todo en vano
como el rufián bandido.
SOL.
Marisol Pérez.
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