Fuimos juntos a esa tarde de cita
donde todo llegaría a su final...
...Y la despedida sentada en aquel umbral
pisando cuantas hojas,un adiós que se precipita.
¡No quiero acabar con esto!
ni alojar mis besos a la clandestinidad
y en este banco mi amor recuesto
toda mi existencia hasta la eternidad.
Aquí debajo de este árbol encantador
no solo miro las hojas al caer sino el resquemor,
y la palidez de la tarde en su anochecer,
llevándose con consigo las huellas del ayer.
La vida es como esas hojas pálidas, opacando el canto
¡Y helada esta el paisaje, de este parque frío!
Sin abrigo mi alma queriendo buscar su refugio,
y solo encontré, la solapa de su piel enfriamiento.
Se fue forrando de hojas ese parque de soledad...
con la indiferencia y aquel agobio dentro de mi.
Aún sentada a su lado ya sentía el ahogo de la ansiedad
y llorando a gritos le decía, mi amor, no puedo vivir sin ti!
SOL.
Marisol Pérez.
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