Se abren todas las puertas del recuerdo,
con los manojos de las 12 uvas en mesa.
Y la noche con ojos esmaltados,
lluvia que caen, llenando los racimos de promesa.
El tic tac del reloj acortado más el tiempo,
es como el sabor ácido del vino...
...Duro acortar las horas del campo...
Se ocultan los miedos,sin poder cambiar el destino.
Y corre de prisa sus horas,
girando están sus minuteros...
Lagrimales corriendo como fugaces luceros,
la vida pasa, y el tic tac abriendo nueva aurora.
Y la resaca de sentimientos en pequeños minutos,
revisando el tic tac de sus horas en silencio.
Y el péndulo espesando el sabor del fruto,
exprimiendo cada recuerdo,sin prisa muy despacio.
SOL.
Marisol Pérez
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