Te veo con cristales de nieve
y el viento acaricia mi mirar
los pétalos tan trémulo, se mueve
en el canto de mi oda, brillando sin parar.
Te veo como una rosa azucarada
con tus pétalos llenos de almíbar
¡Dulce rosa encantada!
Cristales de azúcar se desliza sin cesar.
Te veo bañada por el rocío
de lluvia, del canto ruiseñor
y el susurro del viento cayendo al vacío,
¡En su amante flor de amor!
Te veo con gotas de diamante
envuelta en cada hechizo de tu flor.
Bajo los brazos de tu amante,
en las ramas del trovador.
Y te veo...En el rosal como un capullo
de fragancia y dulzura angelical
llenándome de rapsodia y murmullo
a mi bosque de oda, con tu lluvia musical.
SOL.
Marisol Pérez.
Poesía interpretativa de imagen.
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