Mi poesía siempre ha sido como el pájaro
siempre bajo las corrientes del vuelo...
Llevando en sus alas las heridas, sin dejar morir lo claro,
la razón y el airón de cada lamento.
El ayer siempre fue la denuncia...
Ese día a día de mi protesta
Como diría cualquier poeta;
¡Son los sueños todavía...!
...Que no te dejan quieta...
El hoy sigue siendo la brisa
las hojas caen y vuelan...
Que hablan,
¡Nunca he doblado las campanas!
A pesar del eco del rumor...
Hay un SOL que calienta mis mañanas,
y es la luz de la esperanza, la única que calma.
Aveces el fuego y la sed
¡Son aliados!
Cuantas risas se ahuyentaron en mi ser...
¡Cuantas lágrimas bañaron lo versado!
No importando las palabras del necio...
Pero el clamor se hizo necesario,
en estos tiempos complicados.
¡Nunca guarde silencio...!
¡Que buena sangre hemos heredado!
Tantos y tantos vuelo cantado...
¡Cuantas lágrimas mojaron las letras!
¡Cuanta oscuridad y mensajes colgados!
El miedo y las ojeras....
Era el viento y la desventura nuestra,
hoy después de hojear tanto...
Tengo la sonrisa cualquiera,
porque mis versos del ayer no fueron letras muertas.
Y siento el Colibrí de las montañas
y cada Mirlo tomando agua....
Como hemos visto correr las penas
¡Y ver crecer las hierbas malas!
Y el pájaro sin pelos en su lengua
fue recorriendo el vuelo de sus alas...
El ayer y el hoy
¡Fue mi tierra , en cada letra de su cruzada!
SOL.
Marisol Pérez.
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