Cuantas veces hemos tocado las flores,
las veces que el amor hace de ahíncos y empeños.
Y bajo el encanto en donde viven tus primores,
ha sido el albergue donde posan mis sueños.
Gracias a ese viraje de tesones,
he buscado la belleza en cualquier verso.
A veces somos espadines en nuestras canciones,
y otra veces centauro…Y luz del universo.
Imposible de no ser trovadores,
cuando siempre tocamos la lira y los corazones.
En cada ropaje cargaremos los sinsabores...
como dádiva del canto de amores y traiciones.
Como no seguir tocando las flores,
cuando la iluminada poesía es primorosa.
No quiero cortar su raíz…Ni los gajos con sus olores,
¡He tenido que podar mil veces mis rosas!
SOL.
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