Las notas de mi guitarra lloran
y el bordón se hace nudo
un canto frío que llega…
De esas sensaciones de encerrona y embudo.
Me canso de mirar la trampa
madrigales en letras, es mi acento
y sin ninguna estampa
el silencio, se hace diana de mi lamento…
Eres tú, la honda de mi fuego
la que quema las notas cada mañana
y cada vez a Dios le ruego
la espera de una patria temprana.
En tu suelo vive la enferma pasionaria
trepadora entre tallo y hiedra
Visos de la más solitaria…
Solo tengo tus tintas que sangran.
Temblando tengo los ojos
cada vez que abro sus puertas
Desguarnecidos viven sus viejos
¡ Y la hipocresía abierta!
Nacen niños en cunas de cartón
y en la calle venga lo que venga…
La ponzoña taladra una revolución
¡Cada quién que viva como convenga!
Y da vergüenza mirar su cara
vestida de muchos cobardes….
Ya no es amor, esa ceguera
¡Ignorancia que arde!
Déjame vivir en mi libertad
y apelar los versos afuera
tengo una patria punzada en su mitad
y las quimeras de mi vida entera.
Pero la esperanza me hace girar
sobre un grueso de ilusión
mi país necesita otro lugar
no el escombro ni ninguna sumisión….
Pido conciencia ¡Solo quiero!
No quiero la huérfana, la del rancho y migajas…
Quiero la inmaculada…Por ella muero,
y no la corrompida en su mortaja.
SOL.
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