Se llena de tristeza el cuerpo herido
sintiendo los trozos fríos del mármol,
la frialdad que arropa el vestido
tapizando la parábola del Sol.
Arropada con la fría soledad de la noche
desabrigada las mañanas con tibiezas.
Se escucha un eco en su fatal reproche
saltan al vacío con verdades que empiezan.
Un mar de heridas en lagrimas dobladas,
un tiempo perdido en tu singular figura.
Y siempre bajo el sereno del alma disfrazada
tu oscuridad se aprovecha de infinitas coyuntura.
Acontece que la piel está seca y no siente nada
los inviernos crecieron y se hicieron más fríos
se llenaron los incipientes debajo de la almohada
lagrimas heladas como cristales en los labios.
Anegado el corazón,lluvia triste y tan fija,
¡Perdóname que te he dibujado!
La frialdad muerde y el corazón arraiga
...Después de todo...Cuida tu nuevo mármol tallado.
SOL.
Marisol Pérez.
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