Dedicado a mi amiga Marga...
Una esencia sutil,
tal cual como una Margarita.
De mirada frágil,
tan igual a su alma bendita.
De sonrisa acaramelada,
Con una voz tan divina.
La hermosura perfumada,
en su cabellera fina.
Y rociamos una bella primavera,(amistad)
en nuestro amplio corazón.
en nuestro amplio corazón.
Y con su cariño de espera,
supo aguantar la emoción.( la llegada)
Hoy al verte lejana,
me parece que fue ayer.
Juntas en aquella mañana
Bajo el calor de Madrid, nos pudimos conocer.
Hay unos brazos abiertos,
que no conocen distancias.
Pero los recuerdos los aprietos,
Aquí desde mi estancia.
SOL.
Marisol Pérez.
4 de agosto del 2010
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