Quiso el destino con su mano fiera
cerrar para siempre su puerta.
Fue tan fugaz...Y todo como una reyerta
No hubo aliento que sorbiera.
Evocando aquel amor sin fortuna
como añoranza entre alas que vuela
diluye un sueño de novia que desconsuela
Su vestido blanco de velo y destellos de luna.
Y la novia en un mar de angustia infinita
sin colores que reflejen la existencia
hundido su pecho en el morir de su alma bendita.
Y un coro de murmullos con malicia
sin paz en su pecho,solo el ruido grita...
Aquel robo de su inocencia.
SOL.
Marisol Pérez.
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