Veo como tus lágrimas caen al piso
y cada herida de tus ojos
es la lanza en mi pecho.
Siento el llanto que despierta la aurora
y es el rostro en cada montaña
donde su resplandor llora.
Cada acobijo, es la duda en la cama.
¡El no saber que tengo para mañana!
...Si el puñal en el techo...
O mis manos pidiendo calma...
Veo el Ay del lamento
que salpica de agua mi cara.
¡Quitamé las heridas!
y ponmé flores en la ventana.
Veo como lloras...
Y recorres lo ancho y estrecho
del camino....¡Buscando sobras!
Mojando en esos desperdicios tu alma...
...¿Y pensabas que no te veía?
No necesito saber más nada...
Tus lágrimas son lágrimas en mi cara
y es el dolor de cada mañana.
Y lloro de impotencia...
¡Me han arrancado la patria!
Dejando encerrada el alma.
Tengo invadido el llanto
y el corazón estremecido
¿Acaso a eso se viene al mundo?
¡Recogiendo la miseria en saco!
SOL.
Marisol Pérez
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